¡Qué imagen!

Esta imagen dice mucho más que cualquier discurso ultraderechista. Es la confianza entre dos personas, es la entrega que hay hacia un líder verdadero, es la verdadera transparencia, es la verdadera paz. El puto de fecal no es más que una pose de imbécil, que entrenado desde su campaña chaquetera, siempre ha tenido una risa fingida y forzada, la gente no se desborda con ese tipo, entre más lejos tenía a la gente en sus escasos mítines mejor, hoy en día lo que más se puede ver del apoyo al tipejo ese es la gente que sigue con el odio desmedido a AMLO y al movimiento y no paran de insultar y atacar al movimiento. El de la foto es el verdadero jefe, y muchos se orinan en los pantalones, porque de verdad es diferente al resto de los políticos, y porque de verdad es indestructible, ya quisiera ver al marrano de fecal zurrado en sus panties si tuviera a todo el poder del estado en contra de él. No es más que un marranito sin ninguna autoridad, pendejito, sin ideas, rodeado de hueseros, sin un proyecto. El bueno, el jefe, el chingón, el presidente, el neto, el mero mero es el de la foto, no aceptar imitaciones burdas y made in china como el putito de fecal. No cabe duda que la verdad prevalecerá y como dice el buen Federico Arreola, la historia pondrá a cada quien en su lugar. También como dice Elena Poniatowska, un hombre como Andrés Manuel, sólo nace cada cien años. ¡A seguirle dando!