Sunday, October 08, 2006

La columna de Manu Dornbierer.

SATIRICOSAS

Fallida eleccion de estado y consecuente fraude electoral/ 2ª Parte

Manú DORNBIERER
07/10/2006, 08:10:03 AM


La Elección de Estado es la amalgama que unió en esta tartufa administración a 2 mujeres decididas a apropiarse del país: Marta Fox y Elba Ester Gordillo, quien funge como experimentada operadora política de la misma y del fraude electoral de último minuto, descrito en detalle en el texto del Sub Marcos que se retomó el 30 de septiembre aquí.

La elección se planeó desde la estrategia neoliberal, posiblemente en el momento en que Fox fue ungido sucesor de Zedillo. Se trató, se trata y se tratará simplemente de no soltar a México. Todo estaba previsto desde el matrimonio de la exboticaria Bribiesca con el presidente, quien por ello no vio mal la obsesión de su “Evita” por el “democrático” empoderamiento de las mujeres..… empezando por el propio y desde el Poder. Así se organizó una “Nociva Sucesión Presidencial Anticipada”, diría Cuauhtemoc Anda Gutiérrez, maestro politécnico y presidente de la Cámara de Diputados en la LI Legislatura, en su libro con ese título. Marta quería la presidencia y no parecía haber poder humano que le pusiera un alto para que México dejara de distraerse con tan magna tontería y para que el Primer Mandatario por fin se ocupara de gobernar. Los grandes problemas nacionales estaban relegados en beneficio del inicuo chismarajo, que camuflaba el incumplimiento absoluto de las promesas electorales de Fox.

Dado que en 2003 se perfilaba el Jefe de Gobierno del D. F. Andrés Manuel López Obrador como el único fuerte obstáculo a sus ambiciones, la pareja presidencial lanzó la primera etapa formal de la elección de Estado: La cancelación del rival, el desafuero, la muerte política de AMLO. Dicha 1ª etapa, al parecer inventada por Marta, no tuvo éxito y fortaleció en cambio a su enemigo. Las encuestas en su favor subieron como la espuma. El asunto hizo perder al país grandes recursos y precioso tiempo. Ante la presión popular interna y externa, Fox medio abrió los ojos e intentó, cuando el descrédito envolvió a su mujer, continuar la maltrecha operación “desafuero” con su heredero alterno Santiago Creel, secretario de Gobernación.

El “hombrecito de Bucareli” compró el pleito de la pareja con AMLO y le sucedió lo mismo que a Marta: el absurdo lo alcanzó y el Pan-Yunque favoreció en la elección interna a Felipe Calderón. La pareja presidencial tuvo que tragar camote y adecuar sus preparativos de la elección de Estado al candidato que le impuso el partido.

¿Cuáles eran esos preparativos? Ni más ni menos que instruir a todo el aparato del Estado para ponerse a las órdenes del candidato de la Derecha fuera cual fuere. Están ampliamente expuestos en el libro de José Reveles (Editorial Planeta, 2006) ya citado aquí: “Las Manos Sucias del PAN”, que empieza siendo la crónica documentada de un atraco multimillonario de legisladores panistas, unidos bajo las siglas GPPAN, grupo parlamentario del AN dentro de la LIX Legislatura, a un programa para la Vivienda Rural, y termina documentando la escandalosa entrega de colosales fondos y recursos del Estado a la Elección panista. El GPPAN unió a grandes nombres del PAN con diputadillos “ratas”, para abrevar en las arcas de practicamente todas las secretarías de estado, destacando en su entrega anticonstitucional a la tarea electorera, la SEDESOL, Secretaría de Desarrollo Social cuya titular era Josefina Vázquez Mota, la tercera mujer que se unió al diabólico dueto Sahagún-Gordillo, poniendo a sus órdenes todos los recursos de una secretaría destinada a elevar el nivel de vida de los 60 millones de pobres del país. Amiga de Calderón, que sería finalmente el candidato, empezó por abrirle el padrón, invaluables datos, al cuñado Hildebrando, gran negociante de la cibernética, dentro del programa que no tenía empacho en anunciar que su misión era la capacitación, es decir la creación de cuadros militantes panistas en todo el país para desarrollar modelos sociales y organizaciones, para aprovechar y ejecutar programas federales en beneficio de personas, grupos de la sociedad civil que apoyaran los procesos electorales del PAN.

Reveles toma como ejemplo de estas descaradas, explícitas declaraciones de la Elección de Estadol GPPAN, el caso de un programa de Sedesol destinado a dar techo a los más pobres de los pobres, el de la Vivienda Rural, organizado para los albiazules por el priista Arnulfo Montes Cuen al que adoraron hasta que se negó, una vez obtenidos millones de pesos, a depositarlos como le mandaban los diputadillos en sus cuentas, “para la campaña de Felipe” y las suyas. Montes Cuen sale en el libro en elocuentes fotografías como el principal orador del primer día de la campaña de Calderón el 18 de enero de 2006, y con la Vázquez Mota que parece querer comérselo a besos de agradecimiento.

El libro apareció antes de la elección, pero apenas en junio y los electores no tuvieron tiempo de convertirse en sus lectores y de comprender cuan asqueroso y dañino ha sido el panismo en estos años, como lo demuestra el autor con toda suerte de documentos.

“La manipulación, coacción, compra y condicionamiento del voto gravitan sobre millones de mexicanos paupérrimos, ha dicho Naciones Unidas. Y hablamos de más de 67 mil millones de pesos solamente de tres de entre 51 programas de ayuda oficial: Oportunidades, Procampo, y Seguro Popular. Si se suma a todo el gasto social programado para este año electoral, se llega a los 121 888 millones”, informa Reveles en su nota introductoria. Y su prologuista, Lorenzo Meyer, una de las vacas sagradas aún con credibilidad explica: “…Además, muestra la “sinergia” entre el gobierno del cambio y legisladores del PAN, quienes de la mano de operadores panistas estatales y municipales y delegados de Sedesol en todo el país, se han encargado de utilizar miles de millones de pesos de programas sociales con el fin explícito de ganar adeptos y prolongarse en el poder “.

La muy panista palabra “sinergia” significa simplemente unión de varios órganos para la producción de un trabajo. En ningún momento escondieron el objetivo, los muy cínicos, salvo en sus spots de TV. Todo esto era y es del conocimiento del IFE, del TRIFE, de muchos legisladores panistas, así como de todos los grandes funcionarios. Y no pasó nada. Pero los spots de TV se diluyen en el vacío y la palabra escrita prevalece para contar la historia de la elección robada el 2 de julio de 2006, no sólo a López Obrador, no sólo a la Coalición por el bien de todos, sino al país.

El pasado 27 de septiembre en un salón del Palacio Legislativo de San Lázaro, hubo otra presentación del libro por invitación del diputado federal del Edomex, Luis Sánchez Jiménez, vocero del PRD en la Cámara, a cargo del propio autor José Reveles, del operador priista Arnulfo Montes Cuen, protagonista de la historia emblemática de este ensayo (perseguido porque negarse a una megatransa) negó a la transa, del director de la revista “Contralínea”, Miguel Badillo, y de la que esto escribe. Buena falta le hubiera hecho a todos esos coéforos de la TV, a todos esos chaqueteros del oficio que hoy se indignan porque “Crónica”, el periodiquito de Salinas, dice que López Obrador se benefició de propaganda patrocinada por el DF, enterarse de esta denuncia documentada con toda precisión de la Elección de Estado, en la que participaron con especial entusiasmo la citada SEDESOL, de Josefina Vázquez Mota y de su sucesora la más tonta e igualmente arrogante Teresa Aranda, ambas panistas objeto de una grave denuncia penal de Montes Cuen; pero también Sagarpa, la Secretaría de Agricultura de Usabiaga; la secretaría de la Reforma Agraria de Florencio Salazar; la Secretaría de Economía; la secretaría del Trabajo y Previsión Social originalmente entregada al cardenal Abascal y aún manejada por él desde Gobernación; la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca de Alberto Cárdenas y hoy del penoso Luege; la secretaría de Comunicaciones y Transportes de Cerisola Weber; la secretaría de Educación Pública de Reyes Tamés. Todos estos secretarios que violaron la ley entregando recursos públicos a la Elección de Estado serían procesados en una verdadera democracia.

Todos los programas sociales del sexenio fueron ordeñados criminalmente para llevar enormes cantidades de dinero al “colosal operativo para mantener al PAN en el Poder”, como demuestra Reveles. Además de los de las secretarías citadas, los de: Infonavit, Instituto Nacional para los Adultos Mayores, Prevención y Readaptación de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, Pemex, Financiera Rural, Reestructuración de Carreteras Vencidas de Banrural, Atención a Pueblos Indigenas y Grupos Vulnerables y Programas de Fomento Pesquero y de Apoyo a la Acuacultura. ¿Y el país? Tan bueno y sano como vemos.

Otro que debió asistir a la presentación del libro el 27 de Octubre es AMLO. Conocía la Elección de Estado y la denunciaba, pero se burlaban de él. Sin embargo, de haber estado con nosotros nuestro Presidente Legítimo _hasta su enemigo el Sub Marcos lo recalca cuando en su escrito sobre el fraude dice contundente: …el nuevo conteo revelaría que el ganador de las elecciones presidenciales de julio había sido y es Andrés Manuel López Obrador_ tendría a mano todos los argumentos para entender que lo que se considera sus errores, desde la chachalaca hasta los pleitos con los banqueros (todos) extranjeros y los empresarios sinverguenzas del Fobaproa, no determinaron nada. Todo estaba calculado mucho antes, en la Elección de Estado, el fraude electoral dada la enorme popularidad de AMLO, y sobre todo, porque se trató de una elección neoliberal, del mismo corte que las 2 que se robó Bush en USA. La mayoría de cobardes que habita este país, diría Vasconcelos, ya aplicaron la máxima, “si no puedes contra el enemigo únete a él”. Pero la historia escrita no se borra.

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