Ya tenemos presidente legítimo.

Así es, ya tenemos presidente legítimo, ahora tenemos que ponernos todos a trabajar. Es necesario ayudar al gobierno legítimo, porque sólo con el apoyo de la banda se podrán lograr los objetivos claros y justos para comenzar el cambio de a de verás en nuestro país. No un cambio nomás por encimita. Tenemos que espabilarnos, no esperar que las autoridades hagan todo por nosotros, el pueblo tiene que terminar de despertar y no podemos amilanarnos ahora, y hay que hacer un esfuerzo, que nos cueste; ningún cambio viene con acciones sencillitas y sin esfuerzo; hay que echarle los kilos, porque los fecales son muy vivos, no hay que subestimarlos ni un sólo momento. Pero eso sí, pacífico, siempre pacífico, porque así se desarma cualquier intento de represión, que hasta al momento se les ha chispoteado el fundillo, y no han podido acusar al movimiento de violento, lo que no ha pasado con Oaxaca; ahí todo lo contrario, tuvo algunos tintes de violencia su movimiento, la instalación de barricadas, las bombas molotov, etc. Han dado lugar a que los fascíficos infiltren más loquitos para reventar el movimiento y poder reprimir más agusto. No que estén mal las demandas de nuestros hermanos oaxaqueños, para nada, son las más legítimas de nuestro país; pero hay que ser mucho más inteligentes que los gorilas que están en el gobierno, llevará más tiempo y será menos espectacular, pero hay que aguantar las ganas de reventarle el hocico a ese panista que tenemos como vecino o compañero de trabajo; hay que darles el avión, y en el momento adecuado se tiene que brincar, con la razón y la fuerza que nos da la legitimidad del movimiento pacífico. Gracias Andrés Manuel, por darnos una esperanza entre los nubarrones que se aproximan a nuestro país.