La endeble salud fecal.

Se rumora muy fuerte que este fin de semana fecal estuvo hospitalizado en el CHEMP (centro hospitalario del estado mayor presidencial), por alguna intervención quirúrgica no dada a conocer del todo. No es la primera evidencia de la debilidad de este individuo fecal. El día que "ganó", que le levantó la mano telerisasco y azteca, estaba tan nervioso el desgraciado que le dio un broncoespasmo (se le cerraron las vías respiratorias) y tuvieron que llevarle un tanque de oxígeno, porque el marranito se estaba ahogando; esta noticia es de las típicas que salen una vez, la dice un reportero al calor de la crónica y después nadie más hace eco; ese día en el noticiero de Aristegui, el reportero dijo, que se había tardado fecal en bajar por las razones antes dadas; después ya no se dijo nada ni se abundó en el tema. Es un débil mental, es un débil de salud, es un débil fecal. Con el peso y la estatura que tiene ese tipejo fecal, se puede aducir que el tipo tiene un padecimiento del tipo de la diabetis o una cosa así, que no le augura un futuro muy sano y gracias a dios le espera una sobrevida corta. Por ese lado podemos estar contentos, pero por otro no, ya que la imposición nos obliga, no sólo a pagarle un sueldo a este bastardo fecal, sino que sus servicios de salud (que no son los del ISSSTE como correspondería a un trabajador del estado, sino los ultraespecializados y secretos y megabienpagados del estado mayor presidencial) serán cargados a nuestros ya de por sí flacos bolsillos. Lo mejor que le podría pasar al pueblo de México es que este débil fecal tuviese pronto un desenlace fatal para nada más cubrir sus servicios funerarios y no el resto de los servicios de salud. Desafortunadamente el adagio popular de que hierba mala nunca muere, es amenazante para el país.